Las energías renovables
LAS ENERGÍAS RENOVABLES
¿Por qué interesan económicamente a la sociedad?
Partiendo de que la materia prima nos la facilita la naturaleza, hace que sea accesible a cualquier ciudadano interesado en obtener un beneficio económico.
La base principal de cualquier empresa, es similar independientemente del tamaño de la misma, desde una microempresa hasta una multinacional, con la salvedad de la proporcionalidad en función del volumen de negocio.
Para iniciarla se necesitan diferentes recursos: humanos, materiales, técnicos, entre otros. Dejando a un lado el número óptimo de ellos para su correcto funcionamiento, es necesario unos elementos mínimos para su constitución.
La diferencia que se nos puede escapar a las personas que no conocemos el funcionamiento de una empresa dedicada a las energías renovables, es que a mayor volumen de negocio mayor inversión, cierto, pero por el contrario, se produce una menor redistribución de los ingresos obtenidos, aunque si un mayor beneficio para el fundador.
Teniendo en cuenta el personal y material mínimo para crear una planta fotovoltaica, por ejemplo, y cubrir las necesidades eléctricas de un pueblo, de una ciudad, de una fábrica. Si en lugar de otorgar la explotación a una única empresa, se diversifica en empresas más pequeñas, distribuidas por diferentes ubicaciones idóneas, los gastos de inversión en personal cualificado, en materiales e infraestructura, se multiplican proporcionalmente al número de empresas creadas para la misma finalidad.
Al contrario de lo que puede suceder con otros negocios, donde la competencia esta en función de la demanda de la materia prima, en su elaboración del producto a vender y un consumidor potencial. Encontramos un ejemplo claro en nuestra sociedad, es lo que sucede al abrir un nuevo centro comercial en una localidad donde ya existen otros, llegado un punto, no se produce un aumento de beneficios proporcional a la capacidad de venta o servicios ofrecidos, si no que se realiza una gran inversión inicial para su construcción y una reducción al mínimo de los costes en su mantenimiento una vez puesto en funcionamiento, para obtener los máximos beneficios, a costa de una repartición de los clientes entre los diferentes centros u opciones de compra.
Con las energías renovables no hay competencia por la materia prima, pero si hay un aumento constante de la demanda de su producto final, cuanto mayor sea su diversificación, mayor reparto de los beneficios obtenidos por la venta de la energía generada.
Si en lugar de ser implantada por una gran compañía, creamos cuatro pequeñas por ejemplo, los fundadores tendrán que contratar personal similar multiplicado por cuatro. Independiente el volumen de material utilizado para las diferentes instalaciones sea similar, puede que los paneles solares no los encarguen a las mismas empresas, puede que para su instalación contraten distinto personal del gremio y en referencia a la vigilancia y seguridad cuenten con diferentes servicios. Al hacer esta división tendrá que haber un número mayor de trabajadores, lo que conducirá a que cada empresa tendrá unos ingresos inferiores, pero los beneficios se repartirán exponencialmente al multiplicarse por cuatro el personal contratado. Por lo que individualmente cada una de ellas tendrán menos excedentes económicos, pero en global habrá mayor número de trabajadores directos e indirectos con un ingreso aceptable para considerarse salario.